Gatri es un coludo por parte de madre y un bigotón por parte de padre. De patas largas y hábitos realmente mesurados apareció un buen día dentro de una caja negra. No sabíamos que era su casa. Solo cuando la abrimos comprobamos que ahí vivía. Después comenzamos a dudarlo porque jamás quiso volver a entrar si era observado. Pasaba largas horas perdido, o cuando menos fuera de nuestra vista y por más que lo llamábamos no aparecía hasta que lo encontrábamos en la caja. Nos fuimos acostumbrando a que Gatri puede estar fuera o dentro de su caja. Estas dos realidades son tan evidente que nunca pensamos que si la caja no estaba significaba que Gatri estaba muerto o aparecía vivo en otro lugar dentro de su caja. Muchas veces sucedió. Hasta que un buen día no encontramos la caja y por tanto a Gatri. Si no encontramos la caja, deducimos, Gatri no puede ser visto y por tanto estar vivo.
Si encuentras una simple caja negra y la abres, vas a encontrar al gato llamado Gatri que es coludo por parte de madre y bigotón por parte de padre. Recuerda que tienes que abrir la caja, la sospecha no es suficiente. Es irrelevante que quieras ser su dueño.
2 comentarios:
¡Me encanta este gatrito!
Siempre tendemos a pensar que si no lo vemos, no existe. Pero seguro que, aunque no lo veamos, Gatri siempre está (como el Sol y las estrellas :-)
Un abrazo, Sergio.
Sara, los gatos de por sí, ya son enigmáticos. Gatri sigue sus dos posibilidades. Estar y no estar. El observador modifica sus estado.
Abrazos gatunos.
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