sábado, 25 de marzo de 2017

Una Camelia


Suspendida en la ciudad una Camelia orla la piedra dura. Por dentro del silencio esta la imagen. Sus bordes los hago palabras para sostener la caída. Sus ojeras húmedas gotean para llegar al Duero.
¿Ya te conté que las noches subterráneas crecen como un árbol, y que al subir la calle, al ver la Camelia, entendí la curvatura del tiempo? 
Miro su rostro y camino encantado entre los monumentos. La ciudad es un cuerpo, no tengo dudas. Lo trepo, lo contemplo y me fatigo.
¿Ya te dije que hay una Camelia colgando de los Clérigos?  Roja. Plena. Suavizando la piedra.

Fotografía: Camelia entre las escaleras de la Torre de los Clérigos. Porto, Portugal. 

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