Hermano, me acuerdo de tu gorro rojo y cómo me ocultaba en el ropero para hacerte llorar en aquél juego. Al regresar a casa te busco y ahora, yo me escondo para que no me encuentres. Todo es juego, hermano, lo sabíamos. Nuestro corazón gemelo se ha cansado de buscarnos. El tiempo abruma. Sabes, no todo lo que mamá nos dijo era cierto. Tu vives oculto, extinto, enterrado. Y hoy con estas flores espero que cuando menos encuentres el perfume.
CHISTEFICCIÓN
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Cuento chistes malos ante la estupefacción de amigos y familia. No lo puedo
evitar. Son tan malos que me río yo solo. Aprovecho para desearos feliz
Seman...
Hace 19 horas.
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