Inesperada, como la imagen que se filtra por el rabillo del ojo resultó mi llegada a Talahassee. Ni el más afortunado mito tuvo tan opulento recibimiento como este que les narro.
Era tibia la mañana, releía bajo la sombra de un magnifico árbol, algunos versos de Temporal, en el bullicioso Campus de la Universidad Estatal de Florida. Chapoteaba con los sonidos como se disfruta del naranjo, cuando un seminole sale de la librería con un libro bajo el brazo. Cuál no sería mi sorpresa, ese libro era nada menos que Temporal. El seminole mirando que yo también tenía un libro igual al suyo y lo leía con renovado acento, se acercó decidido como sus antiguos antepasados
– Usted se parece al de la fotografía de la contra portada.
- Soy el autor -le digo, no creas que porque me ves con una camiseta de seminole he dejado mi ascendencia azteca y mi nariz Olmeca.
- ¿Podría dedicarme el libro? -me mira suplicante.
- Pero si todavía no lo has leído, ¿cómo sabes si te va a gustar? -le respondo no sin cierto orgullo cinematográfico.
- Eso no importa -me contesta despiadado. Mi hermana tiene una playera dedicada por Dolly Parton y la detesta y mi padre tiene una pelota de beisbol autografiada por Steve Carlton y él es fan de los Dodgers. Lo que importa es tener la firma.
- ¿Entonces no eres lector de poesía? – pregunto con desconsuelo.
- Un poco, me gusta Sylvia Plath y Whitman, pero no me mal interprete, si yo tengo un libro dedicado por el autor, vale más, you know? Si me gusta o no me gusta es indiferente – me responde con tal certidumbre del mundo en el que vive que no tengo más remedio que reconocer que mis creencias son temporales.
- Oiga, no se enoje. ¿Me dedica el libro, por favor?
- Con mucho gusto.
Sergio Astorga
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A finales de enero, voy a impartir una nueva edición del curso de *Redacción
y estilo en la escuela de escritura del Ateneo de Barcelona*, destinado a
trab...
Hace 29 minutos.
16 comentarios:
Mi querido Sergio, seguro que a ese seminole le llamó algo la atención cuando compró el libro y segurísima estoy que cuando lo lea sabrá por que y encima lo tendrá firmado por su autor.¡ Los hay con suerte!.
Un abrazo,sentiito y jondo.
No me lo puedo creer, jajaja, qué curiosa anécdota, tan natural, tan limpia, tan sin artificios, que es como para incorporarla en la segunda edición de TEMPORAL.
Y no dudes que al seminole le gustará. Y se lo contará a sus amigos.
Felicidades por esa dedicatoria florida.
Un abrazo dedicado.
Sergio, ¿Y para qué sino habría comprado el libro? Para intentar disfrutarlo. Yo en su lugar hubiera hecho lo mismo. Seguro que el precio del libro no cambia pero no dudes que se engrandece su valor. Es una hermosa manera de intentar atrapar las sensaciones sentidas mientras has estado delante del artista. Es darle la oportunidad de que aún te sorprenda más con otra nueva muestra de su arte.
A mí me ocurrió algo parecido con un alumno. El último día del curso, antes de emprender el camino a la Facultad de Enfermería de otra provincia, se acercó a mí con un ejemplar de la tercera edición del libro “Atmósferas, 100 relatos para el mundo” para que se lo firmase. Yo no había hecho propaganda del libro entre el alumnado. Una frase que debí de decir le llevó a meter mi nombre en Google...
Un abrazo.
Sergio
Creo que estamos ante un haibun exquisitamente redactado y sobre todo vivenciado, hasta pude escuchar el sonido de las voces con naturalidad.
Gracias por compartir.
Felcicidades!
Querido Sergio:
Esta anécdota es maravillosa.
Es muy halagador que la gente te pida una dedicatoria, aunque la intención sea aumentar el precio del libro para los coleccionistas y el valor para los amantes del arte.
Qué bueno que compartes aquí este hecho que ya quedó bien grabado en tu memoria.
Un abrazo muy cariñoso.
Qué bella temporalidad la que se vive con la limpieza que nos cuentas.
Te ves lindísimo en la foto y la anécdota resulta preciosa. HE de confesar que yo en los últimos tiempos me he vuelto coleccionista de firmas ajenas.
Un abrazo admirado,
Izaskun
Interesante ....!!! y más interesante el registro de la experiencia.Buen material para reflexionar. Gracias por los zapatos. Están "guardados" en el lugar adecuado.
Un abrazo !!!!!!
Mirta Eberhardt
y el tiempo te imprime huellas de esas que das cuenta en tu Temporal,a cada instante . Como esta.Una firma,una huella.
Un buen registro. Abrazo! Amanda
Mammamia, tarde pero seguro, dilatado pero firme, ofrezco un disculpa por tanta tardanza, ando liado, o como dicen en el campo no me apaciguo con el cielo, pero así es el Abarrote, su computador principal esta estragado, descompuesto, dormido, negro y mis archivos andan revueltos en mi cabeza y en esta lap top.
En fin cosas del negocio.
Tienes razón los misterios de los encuentros ya imaginarios ya reales nos mantienen ilusionadamente vivos.
Suerte la mía mammamia.
Un abrazo jondo con jorongo.
Sergio Astorga
Maribel, siempre tu cascabel me hace bien, estas un poco lejos para regalarte un pastel o bebernos una jarra de aguamiel. Por lo pronto te doy las gracias en papel.
De que lo ha contado lo ha contado, no tengas dudas.
Un abrazo florido.
Sergio Astorga
Alicia, es verdad, las motivaciones son tan diversas como azules, ya azul Bilbao, Azul Ultramarino, Azul Cobalto, Azul Cerúleo, Azul ojera de Mujer.
Recuerdo mucho y vivamente, cuando mi vida era académica y daba clases, las diversas maneras de manifestación de los alumnos, todavía conservo por fortuna el contacto con muchos y muchas que asistieron a mi primera exposición individual, ya han pasado veinte años y ya todos tienen nueva vida pero tenemos un recuerdo común muy grato y creativo.
Lo único que te puedo decir es que debemos estar listos para los encuentros, hasta del tercer tipo.
Abrazo plagado de memorias.
Sergio Astorga
Bibi, con el delicado aroma del movimiento de la rama quisiera comentarte que aprecio mucho tu visita.
Ya te he visitado muchas veces para dejar que el agua corra y la espuma se divierta cuando las horas huyen.
Un abrazo a tiempo.
Sergio Astorga
María Eugenia, las motivaciones son diversas y explorarlas literariamente es nuestro asunto, Imagínate que yo anduviera en un pesero en la Ruta 2, ¿todavía existe? Bueno, para ser más contemporáneo en el metro bus en el paradero San Ángel y alguien en medio de los apretujones me pidiera una dedicatoria, sería para contarse aunque fuera producto de tus ensoñaciones. ¿No crees?
Mi memoria revienta de tanta cosa que quisiera contar y no encuentra su tono. Tú sabes que entonar un cuadro o entonar un texto es motivo de largas esperas.
Un abrazo muy contento.
Sergio Astorga
Mi querida Izaskun, ¿onde estás? hace tiempo que te busco y no te encuentro. Ando con la pluma en ristre listo para firmar al que se deje, que algo hay en mí de corsario, hay algo en mi que se rompió por dentro que me he vuelto un desvergonzado que ha editado un libro de poemas sin permiso de nadie. Así pluma a pluma sigo volando en mi jaula.
Un abrazo bien firmado.
Sergio Astorga
Mirta, paso a pasito se llena tu colección y me encanta poder participar cuando encuentro algo por la red.
Anécdotas van, anécdotas vienen, así es la vida detrás de mostrador.
Un abrazo patagónico.
Sergio Astorga
Mandy, un placer verte en esta antojadera, los temporales hacen tiempo y espero que verso pueda tener cabida en Temporal y no sea arrastrado por éste.
Un abrazo bien registrado.
Sergio Astorga
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