jueves, 23 de abril de 2020

Ciudad en Blue

Se descuaja la calle entre bocinas y neones de luz. Todo es igual, losas de asfalto donde brota el grito de costado y los nombres de las cosas vivientes se guardan en el aparador y en la reventa.
Como fruto callejero Mike ronda por las esquinas buscando el trinche para comerse el sueño filoso de las bocas del hambre. Son grises las lenguas que lamen los edificios, y los zapatos de caguamo de los ejecutivos llenan de musgo las calaveras en las esquinas.
Las cucarachas Mike, te suben por tus huesos y la cuchara de tus ojeras se llenan de comida fácil. Las cacerolas móviles con sus radios encendidos aturden tu garganta de humo. Tus venas Mike, no tienen puertas ni rubor. Tu piel se obstina en tatuarse de mariposas y en las azoteas, las sabanas colgadas como clorofila ondean por la noche cerrada como un puño. Las ventanas huelen a whisky y los torsos blancos de las almohadas están llenas de abandono.
No existe el norte ni el sur en este tanque pulido Mike, es un eclipse solar permanente y en este negro puñal no hay néctar, sólo la sangre desteñida moldea los floreros.
Aquí los árboles son subterráneos y los crímenes son monedas de cambio.
No hay salida Mike, entre la 127 y la 18 las ratas arañan la mirada y los sapos laten su último suspiro.
Sergio Astorga

Acuarela/papel 20 x 30 cm.

9 comentarios:

Paz Juan dijo...

Desolación.

No se me viene a la mente otra palabra, Sergio.

Un abrazo azulado y nada subterráneo.

Sergio Astorga dijo...

Condesa, con este zipi zape blogero tu comentario se quedó perdido en el más allá del arcano.
Decias que era áspero el texto y tienes razón, una realidad despiadada.

Un abrazo que no se pierda.
Sergio Astorga

Freia dijo...

Decía que la palabra que se me venía a lacmente al leer tu texto era desolación. Me sigue ocurriendo.
No solo es áspero y duro, es que no hay el menor resquicio a la esperanza.

Más abrazados azul cobalto y nada subterráneos

Freia dijo...

Abrazos, abrazos y que se abracen los azul cobalto que quieran ;-p

Abol dijo...

Me recuerda mucho la ciudad de Nueva York, la Big Apple de los años 80. Oíamos los balazos desde nuestro pequeño studio - la ratonera con cucarachas-. Por ahí andaba el triste de Mike ofreciendo "grass or snow".

Buenísimo y estremecedor texto. Puro blue.

L.

Alicia Uriarte dijo...

Sergio, yo lo veo todo muy triste y gris. Me duele porque es real. Es una historia que, por desgracia, se repite cada vez más en muchas ciudades.
Me ha recordado lo que le preguntaron a John Lennon. "Cuando yo tenía 5 años, mi madre siempre me decía que la felicidad era la clave para la vida. Cuando fui a la escuela, me preguntaron qué quería ser cuando fuera grande. Escribí "feliz". Me dijeron que yo no entendía la pregunta. Les dije que no entendía la vida".
Efectivamente, esa frase habla de la búsqueda de esa felicidad que Mike seguramente no encuentre en esa ciudad azul tan teñida de incolora amargura.

Tomemos acuarela para pintar:
http://www.youtube.com/watch?v=yELLgDezNwY

La esperanza, jamás se pierde, los malos tiempos pasarán,
piensa que el futuro es una acuarela y tu vida un lienzo,
que colorear, que colorear...

Un abrazo.

Sergio Astorga dijo...

Freia, es absolutamente cierto que hay algunas realidades que no tienen esperanza como nosotros la entendemos. Su realidad e atroz y la sobrevivencia es el vestido cotidiano.

El azul cobalto es un buen síntoma para amanecer.

Abrazo street.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Abol, la manada de lobos urbanos rondan día y noche y se escucha el humo de la yerba entrando por la ventana. El buen vivir y el mal vivir se dan la mano con el revolver de la hipocresía.

Tus recuerdos también estremecen como que sabes de esos subterraneos humanos.

Un fox trot en blue te saluda.
Abrazo done.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Alicia, es verdad, Lennon imaginó y tal vez desde su tumba volvió a soñar otro sueño que jamás nos cantará.
A lo mejor Punset tiene razón y la felicidad no es un lugar sino la antesala del lugar.

Con la acuarela de Toquinho bien podemos pensar que la esperanza tiene una sonriza macabra que podemos redibujar.

Tu buen talente siempre tiene la fuerza necesaria para elevar la mirada a la nube menos negra y grave. Gracias.

Un abrazo azul cerúleo.
Sergio Astorga