Los espejos apuntaban en esa dirección. No había derrota en los
reflejos. Ellas, como las tres virtudes también disfrutaban del día. No parpadean.
La transparencia las retoca con esa
ceremonia de la representación. Se acoplan las infinitas variaciones. Hijas del
tiempo, sus juegos nos incitan o nos distienden. En este teatro la memoria
escurre la llama del erotismo.
390. Karla Barajas (México)
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Karla BarajasEspectáculo de lo decadente El anciano subió al columpio,
con desgano y tristeza, callando el dolor en la espalda y rodillas, para
que en l...
Hace 11 horas.