Los espejos apuntaban en esa dirección. No había derrota en los
reflejos. Ellas, como las tres virtudes también disfrutaban del día. No parpadean.
La transparencia las retoca con esa
ceremonia de la representación. Se acoplan las infinitas variaciones. Hijas del
tiempo, sus juegos nos incitan o nos distienden. En este teatro la memoria
escurre la llama del erotismo.
PURA MAGIA , UN CUENTO SIN FIN de Mari Carmen Azkona
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El pasado día 19, de la mano de la Asociación Cómplices Literarios y
editado por la Asociación Parkinson Nervión Ibaizabal (ACAPK), se celebró
la present...
Hace 4 días.
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