Cuando A Jano se le perdieron las llaves de las puertas, el águila le picó el orgullo y el gusano cara de camello le mordió el calcáreo con insistencia.
Todo le ha pasado en agosto. Tiene que esperar hasta enero para conseguir un duplicado.
Grandes filas se agolpan en las puertas, a diestra y siniestra la desesperación es mundial.
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