La orfandad de la tarde me trae, como la
hierba muerta, aspiraciones de porvenir. Entre silencios furiosos me veo
escribir de nueva cuenta encorvado entre lámparas blancas. Es un lujo mirar que
el rincón del monologo sigue intacto y mirar al himno espeso interrogando a la memoria las formas del precipicio. Volver a la llanura
de la página con la pluralidad de desconcierto y el testuz altivo buscando los
prodigios de la letra.
Confieso que no he podido ser pájaro ni espejo y que
regreso como caracol en humedades. No hay fabula que no regrese y palpite
transparente.
La cortina se abre después de un
instante que pareció eterno. Con
sus pies descalzos, el ladrillo retoma sus sonidos
y desde el balcón retorna el cuerpo de las cosas.
Sergio AstorgaTinta/papel 20 x30 cm.
5 comentarios:
HOla Sergio, ya esperaba ver otro de tus maravillosos dibujos y textos! Que tengas un lindo fin de semana !
Sergio, este mes de setiembre que nos presentas tiene sabor, color y melodía de retorno.
Con nuevas aspiraciones e ilusiones se me antoja retomar de nuevo este sendero. Deseo que no sea una llanura si no un camino con creativas curvas en el que nos sigamos sorprendiendo con lo que nos presentes al dar la vuelta al recodo. A mi no me importa no haber sido pájaro porque en mi ausencia fui mariposa. Tampoco no haber sido espejo para mirarme porque acaso dediqué mi tiempo a mirar otras cosas que tenía algo aparcadas. Quisiera interpretar tu vuelta como caracol en humedades por haber llegado ya las primeras gotas de lluvia y las temperaturas frescas, presagio de un estallido de colores otoñal.
Un abrazo de reencuentro.
Este comentario coresponde enlaza también con la siguiente entrada.
Lo traslado.
Myriam, llegando después de una agosto removido lleno de viajes cortos y arreglos en casa, casi la hemos pintado toda, techos y paredes, arreglamos humedades, en fin días de trabajo pesado. El abarrote ha quedado como nuevo. Poco a poco te hare mis comentaros compulsivos que ya son muchos los que debo.
Abrazos hoy.
Alicia, como comentaba a Myriam las imágenes se acumulan y los trabajos también.
Sigo sin ser pájaro y es bueno que así sea, porque no siéndolo soy consciente del vuelo y la caída.
El caracol como símbolo de la marcha lenta y devoradora. Que necesita de cariñosas humedades para avanzar.
Es inmejorable ser mariposa.
Abrazo septiembre ya.
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