Estimadísima clientela, vestido de marinero a la manera de
Neruda o de Albertí, tengo el agrado de participarles que Fernando Valls, ha
publicado en su Nave de los locos, un filón del azaroso viaje que me ha traído
a estas tierras portuguesas.
Si ustedes tienen una leve curiosidad de cómo este
abarrotero se ha instalado en el Antojo, es la oportunidad.
Gracias Fernando por dejarme navegar entre tus mares, que
dicen algunas crónicas de viaje que son siete.
¡Marineros! ¡Al abordaje!
Mujeres y niños primero.
Sergio Astorga
Acuarela/papel 20 x 30 cm.
6 comentarios:
Maravilloso, como siempre, el azul profundo que nos regalas. La nave...me inspira una ternura tan profunda como el azul.
Un abrazo grande.
Sergio, tras la lectura de como fue tu llegada a Oporto aún estoy más convencida de que siempre en el amor hay un poco de locura, una locura en la que hay un poco de razón.
Un abrazo.
Sergio, es una hermosa historia, los caminos de Dios son recónditos, era tu destino encontrarla. Hermosas obras de arte, con un premio muy bien merecido :)
Lola Mu, uno navega por la mar o camina por la tierra. Ninguna de las dos no deja la certeza de llegada. Pero, en el trayecto como nos divertimos. Siempre hay un azul debajo de la roca.
Abrazos frescos
Alicia, el amor y desamo son caminos que se andan y se desandan. Sigo esforzándome en tener el jardín florecido. La locura compartida en un verdadera locura, sana y fresca.
Abrazos locuaces.
Myriam, los caminos se juntan siempre por misteriosas razones. Conservarlas puede ser la razón de tener la curiosidad despierta. El arte es un mucho de ello. Seguir el instinto, el inconsciente, que es más difícil educar que al consciente.
Abrazos de contento.
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