La sombra creció tan alta como una obsesión del poniente. Los rumores llenaron de peso la visión. Del otro lado de la calle otra realidad se derramaba casi inmóvil, como asombrada de mirarse cuerpo.
Por el mes de julio, hace presencia, obstinada, la sombra de nuestro señor del sombrero.
Fotografía: Iglesia de Sâo Nicolau, Porto Portugal.
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