lo digo de memoria
que tanto día no deja
que la tarde se madure.
El estómago
es el nuevo rostro de la tarde.
De memoria,
me dejo llevar por la memoria.
Fue una tarde de madera,
una tarde ganadora, por mas señas,
que olía a café con canela cuando…
Era de tarde, lo sospecho.
Llevo dos días diciendo con el estomago
que es de tarde.
Lo dejo a la memoria
ya me llaman a la cena.
Sergio Astorga
Tinta china
9 comentarios:
Me encanta el dibujo, y el texto es pura música.
Feliz verano (¿o no estás en verano?)
Tras la conmemoración del aniversario del Primer Congreso de la Cultura Sami, que seguro que fue una tarde y dónde veo por tus imágenes que no faltó nadie. Recordadas las bases de cooperación entre naciones, creo que ya se tienen que poner manos a la obra. Los samis no se pueden despistar en su labor de la crianza de los renos. Les ha llegado el verano y tienen que subir a la montaña a marcar las orejas de los nacidos entre abril y mayo.
Sergio, ha sido un placer viajar de tu mano a tierras tan bellas para recordar su belleza y sus costumbres. Tus imágenes han sido la mejor hoja de ruta.
Un abrazo bajo el sol de medianoche.
Yo desmemoriada como aquel que regresó a Guatemala recojo su almohadilla de olor y de color y, de memoria, con el estómago, preparo de nuevo el café con canela. Y espero.
Un abrazo cenado, querido Sergio.
Bendita memoria pletórica de imágenes, palabras y aromas que recuerdan que llegó la hora de la cena.
Maravillosa obra plástica y poética.
Va un cariñoso abrazo.
Lola Mariné, que el verano no nos avinagre y disfrutemos de los ardientes lengüetazos solares. Si, aquí en Los Álamos esta candente, palpitante y sofocante.
Tu comentario es refrescante.
Un abrazo burbujeante.
Sergio Astorga
Izaskun, solo de memoria en esas latitudes polares puedes encontrar a la noche.
Yo sé que estas velando armas, te acompaño, mi lanza en ristre, mi espaldar están prestos.
Que mañana puede ser un gran día: duro con él.
Abrazo con azúcar morena en el café.
Sergio Astorga
Alicia, encontrar coincidencias en la maneras de ser y estar, aún en los lugares mas alejados es fascinante. Veo que has disfrutado también de estos parajes y de la cultura Sami y la manera en que se organizan para poder continuar con sus tradiciones.
Como viste viven alrededor del reno, que por cierto su carne es en verdad sabrosa y también un pez de la región del cual no recuerdo nombre que es una delicia.
Porque las cigüeñas vuelven a Cáceres? es una incógnita a resolver, de igual manera estas maneras tan inteligentes de sobrevivir en temperaturas que llegan a los 40 grados bajo cero con un viento furioso me dejan atónito, porque ellos, los Samis están orgullosos de lo que son y no quieren mudar.
Por fortuna, fuimos en un tiempo ideal, una semana antes estaban congelados los lagos y una semana después comenzaba ya el verano con sus batallones de mosquitos con sus alabardas bien afiladas.
Estuvimos poco tiempo, pero creo que pude captar un aliento polar en lo que he dibujado y escrito, toda vía faltan otros poemitas, porque en esos lugares era de la cabaña donde estábamos hospedados al lugar del congreso y entre la comida y la cena escribía, y como no había noche las horas eran marcada por la hora de comer, esa era mi sensación.
Gracias por viajar con los antojos.
Un abrazo lacustre.
Sergio Astorga
María Eugenia, "¡memoria, ciega abeja de amargura!" como la definió Juan Ramón Jiménez y no le faltaba razón.
Esta gana de hacer, me deja siempre en un estado de confusión.
Tu comentario me abanica la frente e insistiré, pasado mañanas.
Que un abrazo redondeado llegue sano y salvo.
Sergio Astorga
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