Hay un tiempo tan tiempo, tan dulce,
que lo que esta tan lejos no tiene bulla.
Si hay algo de amargo
estará tomando el sol por otros huertos.
Así se curva el corazón cuan va a pie.
Si uno lanza una línea desde la lengua
hasta la mañana próxima
el cuerpo entero se llena de un castaño,
frondoso como la frente de sus ramas.
Desde la nuca se palpan los jamases
para que los años se quiten la camisa.
Son momentáneos los jalones, que a ratos,
enseñan lo sucio de otras horas
y lo gorda que ha quedado la mentira.
Hay un tiempo, el otro,
que esta en el mismo ahora,
que nunca llega tarde,
que siempre esta de feria,
como esta hora a tiempo que se curva
dejando unidas el adiós a las navajas.
Sergio Astorga
Tinta papel
4 comentarios:
Hermoso! Hay buenos tiempos, tiempos dulces y de los malos. Pero lo bueno de esta vida es que siempre está la esperanza de llevarnos una hermosa sorpresa. Un abrazo con esperanzas.
Qué fascinante ese otro tiempo al que te refieres, querido Sergio. Ideal e imprescindible para golosos empedernidos.
Una preciosidad todo.
Abrazos.
Myriam, como bien dices el tiempo es una cazuela, olla, palangana por donde corre el agua dulce y salada. Mientras el fuego no arrebate, nos cocemos lentamente.
Tiempo de hugs.
Lola Mu, el tiempo es una cadencia. Coincidir con ella, evita las arritmias. El tiempo siempre avanza como buen empedernido.
Abrazos siempre en Fa sostenido.
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