Bajo el cielo de Núremberg nacieron estos dibujos.
Mirando de frente a la casa de Alberto Durero, cuando todos los conejos y
rinocerontes recorrieron las murallas y se escondieron en los ancianos bosques para nacer como alfabeto.
Desde entonces han
proliferado dando tumbos entre las ruas de Porto, llegando siempre puntuales a
llenar el espacio vacío que dejan los viajes.
Caminemos el mosaico.
Exposición Entrelazados. Galería Vantag, Miguel Bombarda 522 Porto, Portugal
2 comentarios:
Pues que bien que ahora revivan para nosotros. Y de la inspiración de Durero, nada menos.
Es como conocer un poquito Nuremberg de su mano.
Abrazos gazapiles y rinocerontianos.
PD No sé si le llegó un mensaje feisbuquero hasta O Porto. Si no, dígamelo y se lo mando por otra vía.
Condesa, conocer es viajar de dos maneras: con el cuerpo o con la imaginación. Si podemos hacer coincidir las dos maneras el goce es supremos. Todos los ríos van a dar al dibujo dicen las buenas lenguas,
Abrazos durerianos.
PD He respondido a su mensaje y espero hacerlo mejor.
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