La fragilidad de los embutidos y la severidad de las semillas, motivan a este Abarrote a darles, como cada año, mi deseo fulgurante de que el paso al nuevo año les sea aromático, como esa infusión de azares que bulle en las mañanas.
La gota del tiempo se mece en el agua que lo cubre. Se germinan los unicelulares días con las lenguas candentes de los osados y cristalinos pensamientos. Por la corriente, miles de carátulas, como un cardumen, vibran y cambian de sentido al menor responso. El tic tac nos marca oxigenar nuestras calles y dejar la cubeta fuera de casa para captar la lluvia amiga.
Cambiar de tiempo es mudar el agua y su resaca. Así como se bombea ese liquido que nos circula rojamente, confesemos nuestro gozo por seguir en la corriente.
Que no se anegue este transito de año que te viene y encuentres la orilla litoral en las horas que te mojan.
Un abrazo para el repique del quince porque el catorce ya no ulula.
Un abrazo para el repique del quince porque el catorce ya no ulula.
Un abrazo para el repique del quince porque el catorce ya no ulula.
Acuarela/papel 20x 30 cm.
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