No te pude decir el ultimo verso. La razón de mi viaje: una rima asonantada. A la mitad del ruedo me he quedado mirando al tendido y sólo he encontrado el miedo. Sí, el miedo al ridículo. Nunca tuve faena más guarra. No sabía el terreno que pisaba. Me fui a la querencia contraria y sólo ahí pude defenderme un poco del vendaval. Sentía el rejón clavado en la frente y el corinto empapaba mi visión. Embestí a ciegas como buscando cariño. Sentí tu recorte quebrándome los ijares. La sombra me cubrió la rabia y el viento me quebró la cara. Huir no es lo mío y no podía esperar al alba, ni subir a los tendidos, ni a las altas barandas. ¿Que cuál es el último verso?
Tu mirada es una daga.
Acrílico sobre madera 50x70 cm.
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