domingo, 28 de junio de 2015

Muro de las reminscencias


Algunos muros tienen el perfil del rostro de su habitante grabado en la fachada. No se admiten adjetivos existenciales pero siempre queda en el aire aquel friso que hoy lucha de nuevo por un demos para un krátos. Navaja de horizonte que me recuerda la versión de Alfonso Reyes: 

“Canta, Oh diosa, la cólera de Aquiles el Pelida,
funesta a los aqueos, haz de calamidades,
que tantas fieras almas de guerreros dio al Hades,”

Cuántas voces sin muro son devoradas sin dejar la orilla de su rostro marcada.
Es verdad, lo último que muere es el oído. 

Fotografía: Alguna casa en Porto, Portugal

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