Un destello terrestre me postró. Nunca tuve razón para salir de mi estado de fervor. Un resquicio se abrió y como atraído por un gran imán fui devorado. Me hice adulto cuando desperté. Un muro enfrente de mi tenía grafitis que no lograba descifrar. Me levanté con las pupilas húmedas. Caminé como un cíclope. Llegue a mi antigua casa. Las paredes pintadas de azul le daban un aspecto de sanidad. Desde entonces, los días son iguales. Me convertí en un salvaje. Un tirano hermético sin futuro.
Si no fuera humano no me dolería.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario