lunes, 30 de marzo de 2009

San Quintin III

Nos quedamos en San Quintín, a las ocho de la noche, molidos hambrientos y cansados. Mi encomienda era: preparar una exposición fotográfica de las condiciones de vida y trabajo y elaborar carteles alusivos al programa para la feria regional de San Quintín.
Llegué el lunes y el sábado en por la mañana tenía que estar todo listo. No tenía tiempo para remilgos, así que junto con el coordinador estatal hicimos un plan de trabajo: martes y miércoles iría a tomar fotografías a los campos y a los albergues para que los rollos se los llevaran a Ensenada para revelarlos y el viernes, hacer la selección de las mejores fotografías y montar la exposición. Mientras tanto haría los carteles (cinco en total).
San Quintín es una ciudad pobre, es una lengua a los lados de la carretera transpeninsular, bajando hacia el sur esta Guerrero Negro –centro turístico de surf- y siguiendo por la carretera se llega a los Cabos y a la Paz donde la ballena gris se reproduce., pero ese paraíso estaba muy lejos.
Esta lengua tendrá unos cinco kilómetros de longitud, hay cuatro manzanas a lo mas, de uno y otro lado de la carretera, todas sin pavimentar. Existen dos moteles solamente. Yo me hospede en el Motel Chávez (carretera transpeninsular km. 194). En la tarjeta que me dieron decía: Higiene y Confort, Amplio estacionamiento, Parabólica y Calefacción, y era verdad, lo mejor de San Quintín era el Motel Chávez, sobre todo el restaurante.
La mañana del martes, bañadito y descansado, me dirigí a las oficinas del programa, y decir oficinas es enriquecer el relato porque era un cuarto con un escritorio, sin teléfono, sin luz y la mayor parte del día sin agua corriente, un espacio nada acogedor. Yo iba inquieto, era mi primer viaje donde tenía que entrar en acción como fotógrafo. En estos casos no hay como la intuición y quitarse el miedo. Recurrir al método inductivo y tirarse al agua. Esperaba la camioneta y a la trabajadora social que nos llevaría a los campos y a los albergues. Me detengo aquí para contarte que las trabajadoras sociales (verdaderas adelitas, mujeres admirables) son el enlace entre los jornaleros y el programa. Ellas conviven todos los días con las familias jornaleras y llevan a cabo los objetivos del programa. Actividades desde las más simples (lavarse las manos, vacunación, reglamento de convivencia, limpieza de la vivienda. Parece exagerado lo que te digo, pero las condiciones de convivencia son de excepción.
Los campos de cultivo están en un inmenso valle, aproximadamente a dos kilómetros del mar. Es una zona agrícola de primer orden, de alta tecnología. Son tierras de riego (goteo) no de temporal (lluvia). Existen plantas tratadoras de agua de mar y los mejores procedimientos de la agro industria. La inversión es fabulosa, hicieron fértil un valle que de manera natural sería imposible cultivar. Por desgracia la capa de tierra fértil pronto será erosionada y tal vez San Quintín con los años se convierta en un pueblo fantasma. Toda su riqueza (relativa) proviene de la explotación del valle. Los dueños de los campos están en unas cuantas familias.
Los cultivos principales son hortalizas: tomate (producto principal) papa, ejote y frutas melón, fresa, sandía y existe también una zona de floricultura. La mayoría de los productos so para exportar.


En la fotografía se puede apreciar a la jornalera poniéndo la semilla en una rejilla. Estas rejillas se llevan a un invernadero. Cuando germina y la mata (planta) ha crecido unos diez centímetros está lista para el implante. Para entonces ya está preparada la tierra; con el tractor se realizan los surcos donde será depositada la planta. Recuerda que en ésta zona hay tecnología, en las zonas de expulsión (las comunidades pobres) todavía se utiliza la yunta, el arado se realiza a pie y al tiro de animales de labor. La yunta es jalada por bueyes, mulas o caballos.

En la segunda y tercera fotografía se realiza el implante. Podrás observar que el trabajo es manual. Notarás también unas líneas negras a lo largo del surco, son las mangueras, kilómetros de plástico negro por donde correrá el agua, el sistema se llama riego por goteo. Recuerda que también existe el riego por aspersión, por gravedad y el más antiguo y natural: por lluvia (tierras de temporal).

La cuarta fotografía describe el momento de la pizca o recolección del tomate (jitomate). Podrás notar unas varas o palos clavados en el surco, se le llama estacón; sirve de guía y sostén a la planta en su crecimiento. Después del implante y cuando ha crecido la planta se procede a clavar el estacón; de estacón a estacón se tienden líneas de alambre paralelas entre si a todo lo largo del surco que servirán para amarrar la planta y sostener su crecimiento. En la fotografía no se aprecia (el alambre) porque la planta ya ha crecido y se encuentra en plena producción. Cuando la planta empieza a desarrollarse se realiza el trabajo de desyerbe; a un lado de la planta va creciendo hierba y es necesario arrancarla para que el surco quede limpio y no debilite el desarrollo de la planta.
Sergio Astorga

18 comentarios:

Lola Mariné dijo...

¡uff! estoy agotada con solo leer tu relato.
¡Que trabajo más duro, pobre gente!

Miriam Jerade dijo...

Interesantes las fotos de ese trabajo de arar y sembrar con el cuerpo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Sergio... Me imagino la espalda y las manos de esas personas al final del dia. No cabe duda que nuestro pais exporta artesania hasta en el campo.

Sigo leyendo... sabes... fue En San Quintin donde vi la estrella fugaz MAS ENORME y cercana de toda mi vida. imagina, que al llegar a la habitacion abro la cortina, el mar parece una pared negra junto con el cielo, y de pronto, una gigantesca, impresionante e inolvidable estrella fugaz. Ni oportunidad de pedir deseo de la impresion jajajaja.

UN ABRAZO... sigo leyendo.

CARO

Triana dijo...

Sergio, sigo viendo muchos paralelismos, y es que es lógico, la madre tierra es igual para todos, los cultivos, con sus pequeñas variantes, los mismos, y las manos del jornalero, iguales de ajadas, encallecidas y quemadas por el sol. Los dueños siempre los mismos y los que le hacen ser rico, tambien siempre los mismos.

Hay un tiento de El Campesino (Cantaó de mi tierra) que dice:

Campesino que trabajas
tierra que nunca fue tuya
callas y miras al cielo
Y a Dios le pides ayuda.

Siempre la misma pregunta
pero nadie me contesta
si estará Dios enterao
de lo que pasa en la tierra.

Y el amo siempre de cuentas
y yo que no se ni una
te digo que no "pué" ser
dos "pa tí" y "pa mí" ninguna.

Un abrazo sin yugo.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Querido Sergio, yo no seré críptica: esta crónica es magnífica. Normalmente hay que ver de qué lado está el cronista, qui´´en le paga. En tu caso sólo hay que leer, ver, aprender, recordar... No conozco el riego por gravedad y me gustaría me explicaras. Igual que Triana (magnífica letra la que te envía) encuentro muchísimas coincidencias. Lógico. Yo nunca viví en el campo pero en mis estudios de Geografía Humana hice mucho trabajo de la agricultura andaluza y tus descripciones de los sistemas de propiedad, los instrumentos, la capitalización, el trabajo... Todo me parece extraordinario.
Gracias. Estamos contigo haciendo el viaje.
Un abrazo desde el terreno.
Izaskun

Sergio Astorga dijo...

Lola Mariné, trabajo duro, despiadado y cruel, te acuerdas de la película "Los Olvidados" de Luis Buñuel, los jornaleros agrícolas, al menos en Latinoamérica son los olvidados.
Gracias por seguir en el bus
Un abrazo asoleado.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Miriam, tu lo has dicho, sembrar y arar con el cuerpo, nosotros tambien tenemos nuestras franjas de Gaza; indefención, sumisión, explotación, barbarie, sometimiento al poder, miseria; otra historia y también otra forma de violencia.
Gracias por venir a la pisca.
Un abrazo entomatado.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Caro, la piel se vuelve dura y el alma rencorosa y dolida, si el cansancio es enorme y has escuchado eso de que las mujeres tienen triple jornada de trabajo, campo, marido hijos y casa, aqui esas formas son despiadadas. Y el olor, Caro, el olor a Jornalero es muy especial, ya hablaremos de eso cuando viajemos a Culiacan, Sinaloa y a Canatlán, Durango. No te asustes no los voy abrumar, descansaremos un mes y luego prosigo con la migra golondrina.
Y hablando de artesanias, los grupos indígeneas las realizan en los alberges (cuarterones) y también sus festividades paganos y católicas. Hay mucho que contar.
Una maravilla una noche despejada en San Quintin, la bóveda celeste nos deja un sabor de inmensidad que amonora la faena cotidiana.
Gracias por seguir en el surco.
Un abrazo fugaz.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Triana, rotunda, veraz, que trizte hallasgo, éste de la miseria y la explotación, mundo de contrastes, el péndulo no tiene conmiseración, y los cielos callados, cuándo han hablado y los hombres del báculo dormidos.
Un abrazo curtido, bien curtido.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Izaskun, me gustaría ser críptico de nuevo, pero en tus textos lo puedo hacer porque me incitan y aquí el relismo me reclama y tu pregunta también.
Yo no viví en el campo, me hubiera gustado, yo sólo viajaba a las zonas agrícolas y a las zonas de expulsión Oaxaca o Guerrero, tomaba fotografías y regresaba a continuar con el trabajo a la Ciudad de México.
Debo advertir que no soy fotografo, ni estudié para serlo, las circunstancias me pusieron al frente de un departamento de difusión, depués de dejar de dar clases. Otro día te cuento como llegue a ser funsionario públio.
El riego por gravedad, es aprovechando afluentes naturales, los campos de cultivo están con cierta inclinación que permite sean regados al dirigir el afluente. Este tipo de riego, lo vi en Culiacán Sinaloa, que tiene condicioes hidrológicas especiales, Sinaloa es un valle a 80 metros sobre el nivel del mar, que esta rodeado por 11 ríos, es en realidad un vergel, entonces hay una serie de canales y sistema de reclusas, compuertas, alrededor de los campos ce cultivo,al abrir un compuerta el agua corre por los canales, por gravedad y va inundando (regando) cada surco. Es un sistema de riego muy antiguo, las chinampas en la época prehisánica, recuerda que México era una laguna, las chinampas eran tierras flotantes, que por la serie de canales al rededor se regaban por gravedad y así no dependias del temporal. Son como ves, condiciones muy especiales.
Gracias por seguir abriendo brecha.
Un abrazo por gravedad.
Sergio Astorga

Trianarts dijo...

Sergi, ayer me pareció demasiado llenar el comentario con poemas, pero a cuenta del tema, hay unos cuantos, pero este no me puedo resistir recordarlo, nada más y nada menos que de mi querido, de mi siempre presente: Miguel Hernandez,

El niño yuntero

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.

Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

Un abrazo con pan y tocino.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Pues yo no me puedo resistir a darte las gracias porp la información, Sergio. Por inundación se llama aquí esa gravedad, o por mantas (supongo que más nombres tendrá). Gracias por tus enseñanzas, decía y gracias a Triana por ese gran poema de Miguel Hernández. Qué ganas de que sea pasado (no olvido) esa desagarradora realidad. Un beso a los dos.
Izaskun

Sergio Astorga dijo...

Triana, tremendo poema, que capacidad poética de Miguel Hernández, no hay una cuarteta debil, describe,inscribe,sitúa, reclama,denuncia, fraterniza; un gran poema.
Gracias Triana, por enriquecer con tu experiencia vital, la literaria y la otra la de totos los días, este viaje a San Quintin.
Un abrazolabrantío.
Sergio Astorga

Sergio Astorga dijo...

Izaskun, vamos caminando,arando, dejando surco, semiando, ando yendo, gerundiando.
Te acuardas de los jardines colgantesdeBabilonia?
Sumerios y Acadios, tierras feríles aquellas.
Gracias a las dos por que con ustedes se antoja mucho seguir con la yunta a cuestas, dando vueltas a la noria.
Un abrazo de dos hectárias.
Sergio Astorga

Leonel Cajeme dijo...

Saludos...¿lengua? o ¿acaso quisiste decir legua?, lenguas hay varias, debido al asentamiento de población proveniente del resto de nuestro pais, tenemos Mixteco, Zapoteco, Triqui, fuera de eso no entiendo tu contexto. Definitivamente fuera de predecir un pueblo fantasma creo que el Valle de San Quintín goza de tanta vida ó mas que las urbes aledañas. Precisamente como mencionas se cuenta con tecnología de avanzada a nivel nacional, el riego por goteo permanece, el motel chavez pasó a ser de mediano nivel opacado por su competencia, los estacones ya muy poco se usan, las parabólicas están descontinuadas, el 99% del valle está electrificado a excepción de los ranchos lejanos, el sistema de telefonía es parte del pan diario. Me doy cuenta que solo viste una mínima parte de la riqueza. Hubiera sido excelente además mostrar las playas, hoteles como La pinta, restaurantes como el Molino Viejo, comentar que el valle es considerado la Capital de la almeja pismo, sus pinturas rupestres, los asentamientos actuales de poblaciones migrantes que en relativos pocos años han logrado estabilidad, hablando en su amplio sentido, entre muchisimas cuestiones mas. Al parecer por las imagenes no visitaste siembras de fresa, de mora, los cultivos con malla sombra, las empacadoras de primer nivel. En fin, cada quien cuenta de acuerdo a como le fue en la feria.

Anónimo dijo...
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Sergio Astorga dijo...

El comentario anterior fue suprimido porque no publico anonimos.

Sergio Astorga dijo...

Leonel, te agradezco tu comentario. Este viaje a San Quintín fue realizado cuando existía el Programa Nacional con Jornaleros Agrícolas, el programa ya no existe, me imagino que San Quintín a lo largo de estos años (16 años) se habrá transformado, pero creo por desgracia, que las condiciones de vida y trabajo de los Jornaleros sigue igual o peor.

Este viaje es de memorias no de actualidades.

Abrazos.
Sergio Astorga