CURSO VIRTUAL DE REDACCIÓN Y ESTILO: empezamos el 27 de enero
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A finales de enero, voy a impartir una nueva edición del curso de *Redacción
y estilo en la escuela de escritura del Ateneo de Barcelona*, destinado a
trab...
Hace 2 horas.
20 comentarios:
Demoledor.
Un abrazo abarrotado.
¡¡Excelente devoración!!
Siembre hambrienta,
L.
Pues es una pena porque están preciosos todos los animalitos.
Alguien no lo hizo del todo bien.
Tú sí, desde luego, porque la acuarela es divina.
Un abrazo sin hambre.
Lindísimo querido amigo. Y menos mal que se comieron. Así quedaron libres los animales de ojos traviesos tras la desaparición de los insaciables humanos (¿no habrá un niño/a escondido en el arca?).
Me encantan tus animales.
Y...
¡Gracias!
La paz tiene siempre fecha de caducidad. "¡Qué buen texto!, ¡ay!, dijo la mosca antes de ser devorada.
Besos
CUANDO LLEGARON, NO TUVIERON MÁS REMEDIO QUE COMERSE LOS UNOS A LOS OTROS con la mirada buscando esa luz de esperanza en los ojos de los demás. El diluvio había terminado, el cielo lucia un brillante broche en forma de sol y todo presagiaba un futuro prometedor para aquellos seres que, sin un atisbo de resignación a lo largo del tortuoso viaje, habían conseguido llegar a un mundo aún por descubrir. En sus caras el agotamiento poco a poco iba dando paso a una nueva ilusión.
Sergio, no he podido evitar cambiar el final de la historia. Esos animalillos que has pintado merecían un futuro mejor.
Un fuerte abrazo bajo el sol.
¡Qué duro es pensar que la lucha por la supervivencia tenga que terminar en una guerra cuerpo a cuerpo! Ojalá aprendiéramos a cooperar... Un abrazo muy fuerte.
Siguiendo los pasos de las Amigas que me preceden llego a su "casa", Sergio, y con su permiso volveré..
Un abrazo lleno de admiración.
PD: Tuve un Blog, está cerrado, pero sigo "Bloggeando" y hoy ha sido un auténtico placer .
Querido Sergio:
Me sumo a la petición de cambio del final de cuento que propone Alicia. Después de tantas molestias que se tomó quien construyó el arca y mantuvo el rumbo, aunque falló en el último momento y perdió la esperanza, merece un final alternativo, por lo menos.
Un abrazo esperanzado.
Freia, en el abarrote vital, como dicen en el medio: el que no cae resbala.
Abrazo de estanquillo bien fornecido.
Sergio Astorga
Abol, la conjugación no tiene pausa histórica: Yo devoro, tú devoras, el devora, ella devora y así hasta la satisfacción plena del exterminio.
Un abrazo famélico.
Sergio Astorga
Maribel, con la pena pero así es el abarrote, todo tiene fecha de caducidad, hasta la latería fina.
Los primeros en devorarse fueron los racionales, mamíferos vertebrados y los últimos fueron los insectos, sólo porque eran muchos más.
Un abrazo inapetente.
Sergio Astorga
Izaskun, cuentan que en un acto de travesura los niños se escondieron y no viajaron, tal vez, si resisten y comen suficientes raíces puedan ir con el come lunas, ya ves que allá son químicamente impuros.
Un abrazo comible.
Sergio Astorga
Gemma, la paz como bien sabes es una boca enorme y oscura, a veces, cuando el ambiente es muy seco, se olfatea un aliento acedo y nos duele la cabeza, no obstante, nos seduce y poco a poco nos acercamos a esa calma chicha y devastadora.
Los coleópteros, revolotean desafiantes pero infructuosamente.
Un abrazo apaciguado.
Sergio Astorga
Alicia, la tentación de cambiar los finales es un acto de libérrima intrepidez. Estos animalitos pueden en un cambio de contexto hasta reclamar un cortex que los aleje del hipotálamo y otro diluvio de peripecias forjará su nueva historia.
No lo sé, tal vez todos regresen al mar y busquen a la primera bacteria para convencerla de que desista de reproducirse. Recuerda que todo cabe en una arca sabiéndolo acomodar.
Un abrazo solar y arqueado.
Sergio Astorga
Isabel, la dureza del pensamiento está escrito en roca y se ha derramado mucho rojo para escribirla. La sobrevivencia es la gran devoradora de dientes imperceptibles pero trituradores.
¿Cuántas ruinas acumuladas en estas lides?.
Un abrazo que sobreviva a los embates.
Sergio Astorga
Martine, bienvenida seas al Antojo y espero que siempre encuentres el piso barrido y los estantes repletos.
Aquí te espero.
Un abrazo nuevito.
Sergio Astorga
María Eugenia, con la alternancia no nos ha ido muy bien, pero estamos de acuerdo en explorar las posibilidades devoradoras. Me acuerdo en este instante de Miguel Hernández: “tanto penar para morirse uno”.
Podríamos ensayar: Cuando llegaron comenzar a correr en distintas direcciones y sólo se salvó el más apto. O el más capo, o el más alto, o el más basto, o el más pato, o el más casto.
¿Se te ocurre otro final?
Un abrazo esperador.
Sergio Astorga
Espectacular, Sergio. Me encantar las (per)versiones bíblicas, y ésta se sale. Un abrazo.
Victor, las visiones son inciertas. Hubo una vez un constructor de naves que espero hasta la invención del clavo para construirla. Cosas del abarrote.
Gracias por venir y subirte al arca del antojo.
Abrazos definidos.
Sergio Astorga
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