jueves, 30 de noviembre de 2017

Rinoceronte en el cuaderno


Huyen los días nublados cuando con su paso alquímico el rinoceronte aparece. Los ojos se perturban al ver la lección del ciego mastodonte que como el mármol, queda impertérrito a las lanzas de los que quieren su apéndice afilado. 
Este talismán lo llevo en mi cuaderno, urgido por tener mitologías en mi entorno. Un caos de líneas en el fondo negro, como aquél otro sueño de los siete viajes de los que han mirado el universo cierto. Desde entonces el eco de sus pisadas narra y gesticula esa fábula de la buena bestia. Temo que al enseñarlo, el pudor de su cuerpo comience a desdibujarse. El riesgo lo corro, sólo por festejar a Durero, ahora que se escucha y enreda el Duero.

martes, 28 de noviembre de 2017

Vuelta prohibida


Algunas sombras no pueden dar vuelta como esas espadas heroicas que se quedaron clavadas en la historia.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Escaparate


- “No hay nada como la democrática sensualidad de la ropa interior en los escaparates. Podemos pasar horas imaginando talles y volúmenes, colores y texturas sin que tengamos esa mortuoria vejación de las explicaciones. El único problema es que no hay olor que personalice”.

No tuve valor de preguntarle porqué pensaba así, cuando lo veía agitarse, pegarse al vidrio. Como queriendo confraternizar le preguntaba la hora. Tres días seguidos lo hice. Me contestaba molesto, como si de golpe lo sacase de la ensoñación. Me aflige que lo haya intimidado. Tiene semanas que no lo veo, tal vez fue a buscar otra vitrina con ropa distinta, tal vez más a la moda o porqué no, más atrevida. 
Tengo días, mirando. Me gustan esas medias de encaje, negras, voluptuosas. Estoy nerviosos. Angustiado. Si él regresa va a pensar que me apropio de sus mundo. Que piense lo que quiera. Así es la democracia, ¿o no? 

sábado, 25 de noviembre de 2017

Tribulación


Qué puede hacer Jaime, si ve caer el agua y piensa en Matilde, la de la falda perfumada a tierra abierta. Qué puede hacer sino dormir. Meterse en el tubo de la noche y repetirse la geografía exasperante de su cuerpo. Buscar esa leperada que es la ausencia. Desear que se desea y perderse en ese hábito eterno del que ama. Qué puede hacer Jaime, pensar en la resurrección de la carne, la suya, la que ahora esta tendida en el sueño. En la noche: ahí donde se vierte todo lo que no alcanza en el día. Qué puede hacer Jaime, que se toma muy en serio el papel de la ausencia. No juega. Se traga esas ideas del siempre y del nuca. Qué puede hacer, si está en ese remolino, sacudido, ya en pedazos, recorrido por las hormigas, las mismas que dieron la buena nueva del maíz. El sueño no es el sueño, es sólo el tiempos en su cabeza. Qué puede hacer, si ya no le sabe ir a orinar a la luz luna.
Yo sólo le digo, lávate las manos, Jaime, cuando regreses del subterráneo. No te vayas a llagar.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Cobijo maternal


- ¿Mamá, dónde termina el hombre?
- Detrás de la barda, delante del vicio. Ya lo vivirás, que eso no se evita.
- El mañana esta vacío, me dijo mi profesor.
- ¿Cuál, el del chalequito roído?
- Sì.
- Tiene cara de hartazgo. No le hagas caso. Que no te desoriente. 
- ¿Entonces?
- Entonces baila y chupa un limón.
- No entiendo nada.
- Por ahí se empieza. No te impacientes.
- ¿Los morenos tenemos destino?
- Chupa el limón, te digo.

martes, 21 de noviembre de 2017

Mala señal


La aventura de descifrar un código es equivalente al heroísmo primitivo de salir de la cueva o bajar de los árboles. La desavenencia se da cuando a las personas no le gustan ni los árboles ni las cuevas.

Fotografía: Museu de História Natural da U.Porto, Portugal. 

lunes, 20 de noviembre de 2017

El escorpión


Crecieron en la noche pálida de sombra. Un arillo de carne le fue prosperando, caudal, consanguíneo como un eco de varias vidas tras de sí. Tenía dieciséis años, sus impulsos vírgenes y ese fría prisa húmeda del deseo.
No pudimos mentir, fue amargo saber que la piedad no concuerda con el bien estar, la realidad, brutal para nosotros, no hizo mella en su carácter y en vez de ello, buscó sacar partido de su estado. Se autonombró “ el escorpión del alba”. 
Se tatuó, por el insomnio, los brazos con la imagen de una puya. Logró un feroz cinismo, puro y gris. Por eso la gente lo contrata para que clave su aguijón a sus enemigos.  
Él sabe que tiene los días contados, que el miedo que provoca no es eterno y que la rabia le reventará las vísceras. De nada le sirve blindarse el corazón con palabras blandas.

viernes, 17 de noviembre de 2017

Juan García Ponce en aleman


Déjenme entonar con una voz engolada lo que ha llegado a mi comarca desde tierras germanas. Un dibujo que se realizó para el Homenaje de Juan García Ponce, libro que organizó Magda Díaz morales. Me solicitaron el permiso para publicar un dibujo (que había aparecido en el libro Homenaje) para la portada del libro que contiene tres cuentos o relatos cortos (kurzerzählungen) de Juan García Ponce:
Der kater = El gato.              
Nymphete = Ninfeta
Rätsel= Enigma

Gracias a Mathias Sasse por la invitación y sus buenos oficios.


Los Antojos afinan la garganta.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Parada


¿Y si no pasa? 
¿Y si todo ya pasó?
Las señoras esperan que pase.
¿Quién entiende eso?
Hay días en que las palabras se quedan debajo de la lengua. Como esa sopa de habas que no termina de cocer.
Había una vez un día en que no pasaba nada.
¿Lo recuerdan?

Fotografía: pe las ruas do Porto, Portugal.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

El Señor Masa


En su tapete favorito el Señor Masa retozaba sin esfuerzo su masa crítica, absorbido por su mundo abdominal. Hacía tiempo que no se dejaba ver en los espejos, y sólo una fresca masa de aire le llegaba de la ventana sur de su salón. Le gusta envolverse en un homogéneo discurso, profundamente emocionado, inmoviliza las horas, algunos parientes y amigos, comentan las incidencias de su discurso y no dejan de comentar durante semanas la claridad de sus palabras. Sus favoritos eran los temas bucólicos, porque los podía inventar, nada era cierto, nada de rudezas, de carencias climáticas. Por eso, por las noches, las buenas señoras que viven en el piso superior, le llevan mantas en invierno para que esa ventana que siempre esta abierta no lo constipe. Ellas, encantadas, todos los días le llevan té de manzanilla. Les gustaba ese bebe adulto que orinaba a todas horas. Lo peinaban, lo mimaban; hasta llevaron la grabadora para grabar sus discursos. 
Ya casi no hay espacio para nada, ahora entienden porque con esa lucidez de su masa encefálica entendió que debía dejar abierta la ventana sur.
Se les ha caído en masa su mundo. Ellas lloran, escriben cartas. Lo querían tanto. Ya no entran. No pueden. Sólo lo miran con esa ternura silenciosa e impotente. 

martes, 14 de noviembre de 2017

Pretensión


El pájaro aspira al viento. Lo sabemos. Pero ese hombre de piedra subido a lo más alto. ¿Qué espera? ¿Qué vigila?.
La madre sudorosa no sabe que responder. Busca en su memoria. Sólo se le ocurre decir: quería sentirse poderosos.
Eso pensé, respondió su hijo, con la cámara fotográfica apuntando al cielo.

Fotografía: Calçada Monchique, Porto, Portugal

lunes, 13 de noviembre de 2017

Día de pesca


Se pescó a sí mismo sin querer. Dejó la playa de grandes arenas un día de borrasca, cansado de esas crines de frío que le calaban los huesos. En el golfo de Corinto, recuerda, fue donde el olor intenso de los dioses lo amamantaron. Un color de mora y aceituna le dieron a su piel brillo y secreto de batalla. 
Hoy, perdido en pocas aguas, se engaña al tirar el anzuelo. No se orienta, él mismo pica. Sus labios, ya hinchados, creen que ese brillo visible prefigura la costa. Sus ojos no son de navegante, por eso se engancha con su propio cebo.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Afinidad


Hoy la tarde se deposita en un tierno ámbar, como aquella de Tablada, pero en esta no hay saúz, sólo el oro de la luz.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Calendario 2018


Sepan cuantos vean, lean, escuchen por los confines de sus territorios, que ha salido el Calendario: “La Tinta de los Antojos 2018”.  
Cocido a mano, un librito a todo color (a todo dar) que puede servir de agenda, ya que cada mes trae un hoja en blanco para que usted apunte sus citas, aforismos, mandados o hasta un haikú, si así lo demanda su día.

Usted lo puede adquirir por los medios ya conocidos, o sea, diciendo: Sí, lo quiero!!!!. Con la ventaja que lo tenemos en tres idiomas tres: Español. Portugués e Inglés.

Lo enviamos por correo sin costo alguno a todas las partes del mundanal mundo.
Recuerde que no tenemos sucursales. No espere, al mal paso darle prisa.

Este charro o el Sr. Rubalcaba, que todavía lo mantengo por piedad como Gerente, lo atenderemos con la mayor cortesía que nos ha llegado desde nacencia.

Cuántos le damos, Güerita!
Caballero!  
Calienteitos!!! 
No deje que se enfríen. 

martes, 7 de noviembre de 2017

Un aquí


Aquí, donde la pureza hace nido
los reflejos se atan con hilos frescos.
Hubo días de muelles pegajosos,
hostiles, tambaleantes en tierra.

Contar es mil voces:
imágenes borrosas en los cuerpos
rituales que se repiten como el humo,
como el calor en esa madeja de voces.

La pureza tiene alas transparentes
y huesos sólidos. Venérias de silencio.
Tal vez la huella es el aliento,
ese desfile de hilos que laten y dan forma.

El suelo es frío como la plegaria,
un vacío de azar sin líneas en la mano, 
un repleto mirar enloquecido 
y mucho aire puro en las esquinas.

La orilla de tu cuerpo es la línea alta
de un horizonte de fragmentos
con esa piel delirante de estaciones
en el vértigo de sábanas blancas.

Donde la pureza hace nido,
el mismo espejo repetido
de tantos versos dichos.
Sin pudor, los desechos cambian.

lunes, 6 de noviembre de 2017

domingo, 5 de noviembre de 2017

La eme en mi


Fenicia por parte de arcilla y de piedra por parte egipcia. Es una bilabial, como si estuviera preñada por dos olas marinas. Se esconde cuando la tempestad de las explosivas quieren aparecer en escena. Ella se mueve como el agua, sube y baja con suavidad. Marea de tanto ritmo. Otros que han visto como se erosiona el paisaje, dicen que tiene forma de cerro donde se columpia el aire.
Hace muchos años tuvo una gemela, ella afirmaba que era griega, pero de diferente padre. Mitote grande, así que mas vale no meterse en líos de familia porque podemos extraviarnos en los sonidos.
Su cuerpo es como el carrizo, esbelto y flexible. Claro, gusta de la vanidad y no hay moda que pase de largo. Desde el barroco hasta el enteco minimalista. Siempre ataviada y elegante luciendo su corpiño, los murmullos se acumulan a su paso.
En ella, es notorio hasta para el lelo, un balbuceo maternal sale de sus entrañas. Todos los niños la buscan para musitar lo que mas adelante serán los nombres de todas las cosas que se acomodan en ese amarre que llaman abecedario.
Hay momentos, que en consonancia con sus vecinas, es un poco nasal. Nada que no podamos modificar si somos metódicos y nos dejamos de melindres.
Ella no gusta de los finales y si los puede evitar lo hace sin que por ello existan malos entendidos.
Una vez me dijo que se sentía latina y que no le importaba que mascullaran chismes de amoríos incumplidos. 
La conozco hace tiempo pero el recuerdo mas vivo lo tengo cuando la sentí respirar pálida como hoja de papel. Melancólica, le dije  de memoria algunos versos. Agradecida, me invito a merendar. Me acuerdo que me dio chocolate caliente molido en un molcajete de piedra. Merodeaban unos mosquitos. Hostigaban tanto, que no le puse atención a lo que me decía. Al día siguiente volví y así lo hice por meses. Muchas veces me sentía maniatado y no sabía responder. Me hablaba de Mesopotamia y de un lugar llamado Mictlan. A pesar de que había poca luz, porque ella decía que la luz directa mortificaba su palidez, su gesto era como de maíz. A veces parecía de mármol, otras de madera. Sostenida en dos piernas macizas sus pasos leves parecían esas estatuas que representan a las musas. Yo sabía que mi gusto por ella era el milagro de juntar los labios. Ella sentía un gran alivio y se acurrucaba muda entre los muros de la casa.

Todo se queda quieto, con la eme queriendo salir de un yo que ha quedado en mi.

sábado, 4 de noviembre de 2017

Caja chica


¡Qué mundo tan excesivo! se escucha por las calles. Todo se paga. Hasta la desidia. No importa si es con moneda fraccionaria. 

Fotografía: rua de Cedofeita, Porto, Portugal.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Calaca de Abarrotero



Umbrío el templo se queda.
La llama queda encendida.
Se nos fue el abarrotero,
Quiso ser siempre torero.

Le tocó mover las blancas,
el peón cuatro rey avanza,
no contaba con la astucia
negra torre de la parca.

No le importó la suerte.
Como lecho su libreta
con su ingenio fabricada,
y su mortaja: de esteta.

El antojero Astorga
le hace trucos a la nada,
su chanelar no contuvo
el devenir de las almas.

Conquistada la altura
suspiraba por la tierra
sin saber que son de piedra
las flores de sepultura.

El templo ya queda mudo
la campana está colgada;
se nos fue el abarrotero
en una mala jugada.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Noviembre



De nariz grande como árbol con ramas de mil olores, noviembre llega de la penumbra. Se queda en la piel y el aire con su caliente silbido arruga lo que resta del año. Que ya no cante nadie dicen, pero la boca todavía se llena de sol y de cuerpo.
Busquemos otra tonada.