El Señor Pateta, llevaba su patriotismo al extremo del ridículo. Colgaba banderitas de papel desde el fondo de la sala hasta el zaguán; por todos los corredores y en cada habitación. Mamá lo dejaba hacer. Así es la especie, entre dos trigos siempre se escoge al más fuerte. Yo por eso grabo en mi pecho la distancia, la no frontera. Sin embargo, necesito un estandarte para que me sigan, cuando menos, los que recuerdan el beso sencillo de los débiles
ABRAZADABRA
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Aunque lo importante de los libros está dentro, no se puede desdeñar una 
imagen sugerente que atraiga al lector. Dicho esto, quiero co...
Hace 9 horas.




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