Todo mundo sabe que son manatíes. Odiseo vivía en otros mares. Lo nuestro es el Caribe, por eso las historias de la gente de mar de estos lugares tiene otra acidez, otra credibilidad. Ellos, los manatíes, no cantan: bailan. Con la cadencia de la ola mueven sus caderas y como las algas se enredan en su cuerpo parecen sirenas que cautivan y llaman al deseo. Algunos marineros, dan testimonio de que sucumbieron a esos encantos. Encantos, no cantos. Las sirenas son inventos de navegantes de otros mares que creían ver lo que conocían. Aquí en el caribe los marineros naufragan por la zumba de las caderas, el meneo, el martirio de estar solo en la mar ardiente. Que no les cuenten, lo nuestro es el anca grande, carnosa, morena. Que después digan que parecen gallinas con penacho, eso ya es asunto de la libido.
María del Mar Téllez Romero
-
María del Mar Téllez Romero (Tlalnepantla de Baz, Estado de México, 1978).
Especialista en ingeniería de espacios y narraciones fantásticas. Es
ingeni...
Hace 1 día.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario