Entre las otras, la primera. Entre las tres de la tarde el temple de su ir y venir. ¿Cómo raptarla? Si me atrapan me ahogarían los sedientos. Por fortuna traía una jarra de barro negro con un tapón de corcho. Esperé a que se acostara a la orilla, puse la boca negra de la jarra, esperé unos segundos y puse el tapón. La hermosura solitaria, desde la entraña del espacio de barro. Unir por fin, la fuerza ondulatoria. Satisfecho. Regresé a casa con paso suelto de malhechor. Ya en mi cuarto. Asustado de temores preso, destapé la jarra, me envolvió su aliento y sentí que esa era mi patria. Inundó mi casa, se adueñó de ella. Como fiera atrapada se estrella en las paredes. Luego, ya calma, entro y me fundo en ella. Dan ganas de gritar, a todo nado, la dicha de romper la ola dentro de mi casa.
CHISTEFICCIÓN
-
Cuento chistes malos ante la estupefacción de amigos y familia. No lo puedo
evitar. Son tan malos que me río yo solo. Aprovecho para desearos feliz
Seman...
Hace 19 horas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario