I
Un sol un viento,
buscan griegas islas.
buscan griegas islas.
Horas de azul de mar
se enredan en la luz.
Un deseo de conquista.
Tangible sueño.
Equipaje de todo comienzo.
"Viaje al Egeo" tinta/ papel
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Hace 1 día.
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14 comentarios:
E' bom voltar a recordar a dualidade onda-corpusculo. No mar Egeu em fui materia e tu movimento harmonico...
Hoje, como na altura, observamos o principio da incerteza...
Es imposible ponerse a leer si mirar despacito antes los dibujos, son buenisimos, me encanta el primero, fijáte que me llevó la memoria a Alberti y a unos dibujos suyos que hay en el Bellas Artes de Badajoz...
Que bellos esos versos breves, tanto como esa luz azul del Mediterraneo.
Un abrazo a toda vela.
Sorry por el lapsus, donde escribí Mediterraneo, quise escribir Egeo, me traicióno la "querencia".
Hermosos recuerdos.
Un abrazo a los dos.
Brindo por su conquista del mar Egeo.
Recuerdos compartidos que me fascinan desde la incertidumbre sin principios que aquí vivo.
Bellísimos dibujos, fantásticos versos.
Ahí vive el amor.
Gracias.
Izaskun
Me han llamado la atención esos dibujos unidos a letras manuscritas. Da la impresión de que ese homenaje fue espontáneo y porque sí. Helena se sentirá orgullosa de tu Egeo.
Abrazos a repartir.
Me sumo a los elogios: este Egeo tuyo, hecho de esa mezcla divina que son "pictura et poesis", invita a afrontar inciertas navegaciones. Un abrazo.
Helena, era cuando la luz nos amparaba en su doble naturaleza: a veces onda, aveces cuerpo, cuando el principio de incertidumbre era, conocía tu velocidad pero no tu posición. Tu por el Egeo y yo en México imaginando cómo eras.
Un abrazo imaginario, como antes.
Sergio Astorga
Triana, como sabes Alberti siempre navega en mi memoria y cuando realicé éste librito me acordaba de Marinero en Tierra.
Tu comentario me anima a publicar el resto, es un cuaderno imaginario, dibujos y poemas. Vivía en la Ciudad de México, Helena, todavía era una vaporosa imagen, no sabía como era su voz, ni su rostro, sólo conocía su palabras escritas y la física de su profesión.
Brevedad a la distancia.
Un abrazo en tierra.
Sergio Astorga
Triana,hablando de querencias, la querencia natural, como bien sabes, es el lugar de la salida, extrapolando, si salimos del mar, natural es que las olas bañen las aguas de la memoria. En mi caso yo me encuentro en la contraquerencia, no donde nací, sino adonde llegué, tierra adentro y arriba, en estas montañas de álamos.
Un abrazo en terrenos naturales.
Sergio Astorga
Miriam,curiosos recuerdos: presencia-ausencia,no voy a filosofar, eso es para tí, pero yo no conozco el Egeo y a Helena la imaginaba; Helena si fué al Egeo en un cruzero, luego entonces los recuerdos serían la presencia en la ausencia, por eso decimos que viajavamos como la luz, a veces en onda a veces en cuerpo.
La conquista es de otro mar.
Un abrazo presente.
Sergio Astorga
Izaskun, el amor como el mar es insondable, antojable y cantable. Navegamos siempre en su superficie y la mayoría de las veces naufragamos.
Que la calma regrese a tus aguas y tu cielo escmpe.
Un abrazo tibio.
Sergio Astorga
Maribel, totalmente espontaneo y viajo desde México hasta Oporto, cruzando el Atlántico, sin saber si tendría buena recepción, por fortuna parece que éste marinero llegó a buen puerto.
Abrazos compartidos
Sergio Astorga
Antonio, borrascas y marejadas, en mares procelosos dijo aquel.
En el mundo latino del que provienes "pictura et poesis", es la unón magnífica; en el mundo mexica de dónde provengo sería flor y canto, con la tinta negra y roja, dar la voz a la vida y muerte.
Ser un humilde tlacuilo para dar sonido a los corazones.
Un abrazo que navegue.
Sergio Astorga
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