Escurriendo limpieza el tendedero sujetaba la ropa como si fueran dedos delicados. Los corredores de la ciudad ensuciada la noche anterior despertaban sin habla. Desde el puente, un azul ciego no atinaba a contrastar la sombra que se derramaba sin destino. Ocho gaviotas como paraguas blancos pasaron de pronto dejando al mirarlas una luz friolenta de un sol que se asomaba desde el punto más distante del callejón. Sus ojos cercados de múltiples reflejos no acertaban a distinguir lo real de lo verdadero. Se puso la camisa y descendió las escaleras descalzo, abrió la puerta y con la angustia erosionada corrió hasta la esquina. Fue inútil, dos silabas pegadas en su lengua lo dejaron malherido. “No está”. Su cuerpo enjugando su miedo dio vuelta a la esquina para encontrarse de frente con ese mismo olor a sangre caliente.
El viento no dejaba de agitar la ropa y la piedra ensanchaba su sombra.
Sergio Astorga
Acuarela/papel 20 X 30 cm.
8 comentarios:
Ay me entro la nostalgia con ese tendedero tan tipico de Porto!
Limpios saludos desde New Mexico!
Marcela, la ropa tendida o atendida testifica el oscuro o luminoso día a día.
Ya saben como es, así que pueden repetir.
Las gaviotas tercas parece que se quejan.
Abrazo desde la otra esquina.
Sergio Astorga
Imágenes con mucha vida y fuerza que escurren limpieza y están al alcance del poeta a la vuelta de la esquina. Simplemente maravilloso este relato.
Me encanta esa camisa o blusa colgada, blanca y transparente, con la que el viento jueguetea.
Un limpio abrazo.
Precioso el texto y precioso el secular rincón urbano, con esa ropa tendida, viva, que dota de presente un entorno muy antiguo. Historias nuevas en antiguos e históricos lugares... Lo trágico, lo cotidiano...todo cabe ¡qué sugerente!
Un abrazo, Sergio artista.
Genial,no necesito explicarte lo que me gustan las historias y las imágenes urbanas. Este post ha sido un placer! Porque la ropa colgada forma espacios movibles, quién no ha sentido el placer de esconderse tras las sábanas colgadas? Hermoso. Saludos tras la ropa colgada!
María Eugenia, caminar por las ciudades y sentir su respiración, tocar su revés, ponerse cuerpo andante, sopesar su historia, el poder de su intimidad, de su trinchera y subir su escalera de memorias, a la misma hora.
Me gusta, me gusta caminar por las ciudades, al acecho de sus calles.
Voy por mas.
Un abrazo que haga esquina.
Sergio Astorga
Mi querida maestra sonora Lola Musical, los sonidos cromáticos de las calles. Usted sabe tono tono medio tono, disonantes metales. Hules, maderas, asfaltos; la calle vive con sus dispersos acordes.
Un arpegio de gusto el que me visite.
Abrazos calle arriba.
Sergio Astorga
Myriam, “sabanas alcahuetas” canta Serrat. Nada como ser ciudadano, villano no he sido, burgués no lo seré.
Tengo la intensión, perdón, el Antojo de hacer unas crónicas ciudadanas. Si gustas hay algunas Ciudades imaginarias en este Abarrote, si desea leerlas seré de nuevo dichoso.
Abrazo city.
Sergio Astorga
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