miércoles, 29 de marzo de 2017

Nubarrada


La lluvia cae con ese frío azul inigualable. Los cristales chorrean; lentamente se confunde el mundo exterior. Los paraguas se abren y se agitan. La ciudad tirita y los ojos vagan extraviados. Un destino inaudible se adormece y esperamos a que la lluvia cese para abrir la ventana.
Nadie se atreve a preguntar si esto es posible.

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