martes, 1 de agosto de 2017

Agosto


Los deseos pequeños en la ciudad enloquecen cuando a la una de la madrugada suenan los tambores del alba. Con los ojos en alto entremos en agosto con ese esbozo de fugitiva sonrisa.

Una alegría exultante, un gemido y la helada certidumbre de estar atentos y desafiantes.

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