Se acerca octubre y con ello regresa con el cuerpo de brisa cubierto, Adalberto. Sobre su carabela, al golpe de mar, descubrió para la corona de cadenas una isla de moluscos y andorinhas.
Nunca interesaron sus descubrimientos. Pobre Adalberto, capitán de navío, su estrella polar fue su extravío. A quinientos años de tu existencia te esperamos al vislumbrar octubre, tus herederos, cada día menos, saldremos al puerto a celebrar tu incierto paradero.
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