Más allá del oído. En medio del foro dos chelos y un piano. Cerca de mi cuerpo crece el nosotros, el sonido que se talla y se percute. El tono es mayor, en un Do sin amarillos trinos, ni azules insípidos de blancas. Sólo las semicorcheas llegaban intensas como si tuvieran olor y pudiera escucharse, como si fueran de papaya o de plátano. En vano disimulamos no estar confusos, en el programa era un Johannes Brahms conocido, taciturno. No podíamos ignorar el cambio. Vibramos complacidos. Algo se expandía entre nosotros. Nos desvanecía. Convenimos dejarnos llevar. Los músicos, adúlteros, se veían sinceros, conmovidos. Llenos de teatro, de escena, vivimos en conciencia la hazaña de la improvisación. Al fin de cuentas, el alma en un teatro se conmueve de azar.
QUIMERA 495: ALBERTO HERNÁNDEZ
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Dins la secció "Los pescadores de perlas" del número 495 (març) de la
revista Quimera, podem llegir els microrelats inèdits d'Alberto Hernández (C...
Hace 1 día.
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